Cuando se tiene contratado el servicio de una compañía de hosting es natural pensar, en que si los datos almacenados estén seguros de cualquier amenaza que vague por la red, aunque estas no son las únicas que existen, además de ellas están todas las eventualidades que puedan afectar físicamente al equipo.
Así es, la alimentación eléctrica y conexión permanente a la red no es lo único por lo que velar en cuanto a los servidores en un centro de datos, ya que también es necesario controlar ciertos aspectos como los accesos a este y su estado, en cuanto a temperatura y humedad ambiental.
Según estándares internacionales, las entradas a estos edificios debieran ser reguladas por equipo electrónico tal como puertas con sensores biométricos, equipo que lee la huella digital de la persona, la compara con todas las de la lista blanca de acceso y responde según se permita o deniegue la entrada. También es necesario saber llevar un estricto control de quien entra o sale de las inmediaciones, un punto básico en la seguridad de cualquier lugar donde se trabaje con elementos altamente sensibles como puede ser la información privada de una empresa, más aún en este caso, ya que en un datacenter se almacena la información sensible de más de una empresa con sus páginas web, servidores de correo, bases de datos y cuentas de usuario. Siendo estos los puntos más sensibles para cualquier organización ya que toda esa información es considerada activos que generan utilidades.
No es menor la inversión que debe ser hecha en este ámbito pero una vez cumplida se puede dar un sello de confianza que pocas veces es encontrado en el mercado nacional.
